Estados Unidos sufre una “crisis” de adicciones, con una muerte por sobredosis de heroína cada 19 minutos, más de 27 millones de adictos y 66 millones de alcohólicos, alertó hoy un nuevo reporte de la oficina del Cirujano General de la Nación.

“Los vecindarios y comunidades están sufriendo como resultado de la criminalidad y violencia asociada con el consumo de alcohol y drogas, abuso, descuido de niños, y el costo creciente relacionado con el abuso de sustancias”, indicó.

El informe estimó que el impacto económico anual combinado por el abuso de alcohol y la adicción de drogas ilegales asciende a 442 mil millones de dólares. Por comparación el costo de la diabetes es de alrededor de 240 mil millones de dólares.

De mantenerse las tendencias actuales, uno de cada siete estadunidenses enfrentará un problema con las adicciones en el curso de su vida.

El informe documentó por ejemplo que más del 40% de las personas con una adicción, sufren además de algún desorden mental, a pesar de lo cual menos de la mitad recibe tratamiento tanto para la adicción como para el padecimiento subyacente.

Para complicar el problema, muchos adictos no acuden a los servicios médicos o tratamientos por miedo, vergüenza o discriminación, mientras que otro porcentaje rechaza que su nivel de consumo de alcohol o drogas es un problema que requiere atención médica.

Bajo el título Reporte del Cirujano General sobre Alcohol, Drogas y Salud, el reporte sostiene sin embargo que, a pesar de los costos sociales y económicos, el país vive un momento de “gran oportunidad” para redefinir y reforzar el combate a las adicciones.

“Los esfuerzos de reforma del sistema de salud y del sistema de justicia criminal, así como los avances en las tecnologías clínicas, de investigación e información, están creando nuevas oportunidades de un creciente acceso a una prevención efectiva y tratamientos”, señaló.

Por el momento sólo el 10 por ciento de las personas con problemas de adicción recibe algún tipo de tratamiento, conforme algunos de los planes de cobertura médica no cubren plenamente ni las visitas médicas ni los medicamentos asociados con servicios de salud para adictos.

Además la Casa Blanca solicitó al Congreso un presupuesto de mil millones de dólares para confrontar la epidemia de abuso de analgésicos derivados del opio, pero recibió menos de 200 millones de dólares del Congreso.

En contraste, la Ley de Salud Asequible (ACA) del presidente estadunidense Barack Obama abrió las puertas de la cobertura médica a por lo menos 20 millones de estadunidenses que antes carecían de cobertura médica y ahora pueden adquirirlo a través de subsidios públicos.

El reporte exhortó a redefinir social y culturalmente el problema de las adicciones, para verse como un problema médico y no moral, a fin de erradicar el estigma asociado al abuso de sustancias.

“Es hora de un cambiar cómo vemos las adicciones. No como una falla moral sino como una enfermedad que debe ser tratada con habilidad, urgencia y compasión. La manera como confrontemos esta crisis es una prueba para Estados Unidos”, señaló el cirujano general, Vivek Murthy.

jpe

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